Crónica: Ángel Stanich en Madrid

Hace mucho que un disco no me golpeaba tan fuerte la mollera como lo ha hecho “Polvo de Battiato”, lo último del enormísimo Ángel Stanich. Es un disco que estoy escuchando muchísimo sin tener ningún miedo a “quemarlo” porque siento que cada vez que lo hago, aparecen cosas nuevas, le doy otras interpretaciones a las letras o me fijo en más detalles.

Sin conocer muy de cerca la carrera de este artista creo que una de sus mayores virtudes son los detalles, cómo cuida absolutamente todo lo que hay alrededor de una canción y en este caso, de un bolo.

Siempre me sale la deformación profesional y hablo primero de escenografía e iluminación que de música, pero qué le vamos a hacer, para mí son dos aspectos que conforman el “cuerpo” del bolo, los que crean la atmósfera y guían al gran público a través de los colores, los ritmos de las luces y, en este caso, las preciosas visuales que acompañan a cada tema.

Fue un bolo increíble, que sonó como el cielo gracias al enorme Álex (@ontheroad_sound) que hizo que La Riviera sonase como nunca.

Mola mucho ver la evolución de un artista a través del setlist que lleva en gira, pasando desde “Carbura” hasta “Mátame Camión” o mi favoritísima, “Escupe fuego”. Fue de verdad, un verdadero lujo poder escuchar eso en directo, rodeada de amigos cantando a pleno pulmón y con una banda tan entregadísima al público.

En cuanto al directo del nuevo disco de Ángel Stanich tengo que decir que es espectacular, y que reviviría o repetiría este concierto un montonazo de veces, porque al igual que el disco, siento que me cura por dentro.

“El Rey Idiota” o “Nazario” fueron los dos temas más aclamados aunque para mí la canción más especial fue “La Mecha”. Ojalá poder describiros qué conexión tan brutal siento con ella, cómo me remueve por dentro y cómo de increíble es escucharla en directo y a lo grande. Si no la habéis escuchado, hacedme un favor y ponérosla ahora mismo, no lo desagradeceréis.